VOL 4: YHLQMDLG

¿Alguna vez has visto la película de Disney “Encantada”? Recuerdas la parte en la que la bruja le da una manzana envenenada a Giselle, la princesa, ella se la come sin pensarlo mucho, y cae en un profundo sueño. Imagínate como Giselle, comiendo cosas que te intoxiquen. Tal vez recuerdos dolorosos de tu pasado, preocupación que te lleva a estrés. Tal vez te alimentas de las palabras negativas que escuchaste desde muy pequeño, tal vez te alimentas de las redes sociales equivocadas, o incluso puedes estar consumiendo pornografía de manera diaria. Al comienzo no eres consciente de que todas estas cosas de las que te estás alimentando te están haciendo daño, todo lo que dejes que entre a ti siempre tendrá un efecto en tu vida.

Y sin darte cuenta te ves sumergido en las mismas acciones día a día. Permitiste que tus pensamientos se volvieran acciones. Ahora ya no sólo piensas en vomitar, ahora vomitas, ya no solo piensas en cortarte, ahora te cortas. No solo piensas en reaccionar de manera negativa hacia tus padres o autoridades, ahora lo haces. No solo piensas que no mereces amor, ahora aceptas relaciones que prueban lo que te permitiste creer. Nuestra mente tiene poder, pero seguimos tomándolo por ligero. Y de manera muy escandalosa y sutil comenzamos a tomar por “normales” acciones que no lo son.

Muchas veces lo dañino no son los problemas exteriores en sí, sino lo que permitimos que de vueltas en nuestra mente.

Proverbios‬ ‭23:7‬ ‭RVR1960‬‬ “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él…”‬‬‬‬

Lo que esto quiere decir es que tus pensamientos determinan tus acciones, y tus acciones, las decisiones que tomas hoy, determinan tu futuro.

Filipenses 4:8 dice: “… Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza.” Piensa en lo verdadero y tus acciones serán honestas y auténticas, piensa en todo lo honorable y tus acciones serán honorables, piensa en todo lo justo y tus acciones serán justas, piensa en todo lo puro y tus acciones serán puras, piensa en todo lo admirable y tus acciones serán admirables. Piensa en Jesús, llena tu mente de él y su verdad y eso se verá reflejado en tus acciones.

Por un momento imagina tus pensamientos como semillas y tu corazón como la tierra donde plantas esas semillas. Si estás cansado del fruto de tu ansiedad, reacciones llenas de ira, sentirme menos, entonces, ¿tienes que limpiar tu tierra? ¿cambiar las semillas que estás plantando? ¿regar con agua fresca y viva cada dia?. Si estás cansado de los frutos que estás teniendo tal vez es hora de hacer cambios a lo estás permitiendo que funcione tu interior.

Nunca olvides que no estás peleando esta batalla solo, no estás peleando esta batalla desde la derrota sino que ya ganaste. Y de la mano de Dios decide cuál será tu plan de batalla. Comenzar por la verdad sería una buena idea, Su verdad puede ser tu mejor plan de batalla. Somos verdaderamente libres cuando dejamos que Dios tenga el control, cuando descansamos en todo lo que Dios ya ha dejado para nosotros.

Pensar no es malo, tal y como vimos hace poco, tus pensamientos se vuelven tus acciones, y esto no solo ocurre de manera negativa, Dios nos dio la capacidad de elegir la vida que queremos vivir. Así como nuestros pensamientos nos pueden llevar a lugares oscuros e incluso enfermarnos, pero también pueden llevarnos a la verdad y a sanar.

Mateo 11:28 -29 dice: “¿Estás cansado, llevando una carga pesada? Ven a mi. Yo refrescaré tu vida, porque Yo Soy tu oasis. Simplemente une tu vida a la mía. Aprende mis caminos… Encontrarás refrigerio y descanso en mí.” Tal vez en este momento te sientes vagando en un desierto, tienes sed de Dios pero no sabes cómo saciarla, tienes hambre de su vida pero no sabes donde encontrar el pan que necesitas, quieres seguir sus caminos porque sabes que es lo que te hace bien pero no sabes donde termina tu camino y donde empieza el de él. Estás cansado de seguir intentando. Jesús ya lo dijo. Ve a él, como estés, como quieras, porque él ya estaba aún antes de que quisieras buscarlo. Él es tu oasis en tu desierto. Él es tu camino cuando te sientes perdido. Tal vez volverás a sentir ansiedad, volverás a caer en eso que no querías, habrán días en los que sientas que nada tiene sentido, pero seguirás adelante porque Jesús te sostiene, porque ya no es tu fuerza sino su fuerza actuando en medio de tu debilidad.

Recuerda que somos creadores de nuestro destino junto con Dios. Él guía, pero tenemos que decidir que Dios guíe. Hoy te animo a que dediques tiempo a darte cuenta de que semillas estas permitiendo en tu corazón, qué pensamientos están determinando tus acciones y de la mano de Dios día a día decidas renovar tus pensamientos para que esto se vea reflejado en tus acciones.