Día 2: Disfrutando de su gracia
Las dificultades, problemas o retos, muchas veces pueden hacerte pensar que Dios se ha olvidado de ti, pero él no lo ha hecho. Más bien ha derramado su gracia sobre tu vida.
La gracia de Dios es su favor no merecido, es un regalo lleno de amor y bendición hacia tu vida, lleno de oportunidades nuevas cada día; y estas son buenas noticias para nosotros pero no siempre las recordamos.
¿Cuántas veces hemos olvidado lo bueno que Dios ha sido con nosotros? ¿Recordamos que él es nuestro proveedor? ¿Somos conscientes de cómo él ha obrado en nuestra vida, aun cuando pensábamos que no había salida?
En medio de nuestros momentos de dificultad podemos acercarnos confiadamente a Dios para hallar descanso.
Su gracia es más que suficiente para la situación que estemos viviendo, disfruta del regalo que es su gracia.
Pausa: ¿Vives cada día intentando merecer la gracia de Dios o agradecido por ella?
Práctica: Escribe cómo la gracia de Dios se ha visto reflejada en tu vida.
Hebreos 4:16 (NTV)
“Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos”.
1 Corintios 15:10 (NVI)
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo”.
Efesios 2:8-9 (NVI)
“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”.
