Día 7: Seguiré cantando
La Biblia dice que los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas.
Para ser honesto, esperar no es lo más fácil del mundo. Pero aun así, la mayoría de cosas por las que debes esperar, valen la espera. Sé que hoy en día escuchamos mucho esto, pero vivimos en un mundo que quiere todo rápido, al instante. Nos impacientamos en filas largas de espera o en el tráfico o cuando el delivery de comida demora más de lo esperado; y a veces tratamos a la vida, a Dios y al proceso de la misma manera.
Usualmente las palabras “atravesar” o “proceso” nos suenan bien, siempre y cuando sean en nuestros términos. La mayoría de versiones de Isaías 40:31 dicen: “Los que confían en el Señor”, y es que realmente necesitamos confiar en Dios mientras esperamos.
Esta canción trata sobre la revelación de no acelerar la vida ni el proceso, de no corrernos de las situaciones incómodas o de los días dolorosos, sino de aprender a tener una postura de: Dios está haciendo algo en la espera. Es por eso que Salmos 23 es una declaración tan fuerte en esta canción.
Es por esta declaración que podemos saber ¡dónde estamos sentados y dónde nos paramos en la espera! ¡Él ha preparado un banquete frente a nuestros enemigos! Entonces, aunque enfrentemos o tengamos que atravesar tiempos difíciles, lo hacemos estando satisfechos en Dios y caminando con él.
Imagino cuando David danzó con remolinos regocijándose, su esposa estaba avergonzada, debió haber sido extravagante. No fue una danza basada en el ritmo de la música, sino en la profundidad de su confianza y revelación de Dios.
Así que, si estás en un valle o en la cima de la montaña, sigue cantando. Sigue festejando el banquete de Dios porque aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas.
Mientras lees los versículos, hazlos tu oración, y sé consciente de su presencia en medio de tu situación.
Versículos:
Isaías 40:31 NBV
“Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas: emprenderán vuelo como si tuvieran alas de águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no desfallecerán”.
Salmos 23 NTV
“El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan. Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite. Mi copa se desborda de bendiciones. Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre”.